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Cáncer… y los tumores de la sangre?

Cáncer… y los tumores de la sangre?

El significado de las palabras leucemia, linfoma y mieloma no suele ser ampliamente conocido. Incluso quienes han sido diagnosticados muchas veces se enfrentan a un término absolutamente nuevo para ellos. Y a un cambio rotundo en su vida.

¿Cómo se origina el cáncer en la sangre? El llamado “sistema hematopoyético incluye tejidos y órganos involucrados en la proliferación, maduración y destrucción de células de la sangre. Estos órganos son principalmente el bazo, los ganglios linfáticos y la médula ósea y son los encargados de la formación de las células sanguíneas. La leucemia se origina a partir de un aumento descontrolado de las células de la sangre y/o de la médula ósea. En el linfoma, dicha proliferación se genera en los ganglios linfáticos y en el mieloma múltiple, en las células plasmáticas (productoras de anticuerpos) de la médula ósea. Todos estos cuadros constituyen el cáncer hematólogico y son tratados por los médicos hematólogos. No existe una única causa que provoca estas enfermedades ,  se considera que el origen es multifactorial, incluyendo carcinógenos físicos (radiaciones), químicos (solventes) y biológicos (virus).

Leucemia: existen muchos tipos diferentes, de acuerdo a su forma de presentación se clasifican en agudas y crónicas, y de acuerdo al tipo de célula que las origina, en mieloide y linfoide.
Las más frecuentes son: la leucemia linfoblástica aguda que constituye el cáncer más frecuente en niños (aproximadamente el 25% de los casos de cáncer en menores de 15 años y suele presentarse con fiebre, sangrados y dolores óseos) y la leucemia linfática crónicaleucemia más frecuente en adultos de Occidente, en la cual puede ser innecesaria la quimioterapia en estadios iniciales.

Linfoma: tumor maligno de los ganglios linfaticos, también constituyen un grupo de patologías muy heterogéneas. Suelen presentarse con aumento progresivo del tamaño de los ganglios y fiebre, sudación nocturna o pérdida de peso no justificada. Se clasifican en Hodgkin y no Hodgkin, con pronóstico y tratamiento diferentes. El linfoma de Hodgkin tiene un pico de incidencia en el adulto joven y otro en el paciente añoso y puede ser curable hasta en 80-85% de los casos diagnosticados en etapas iniciales. Los linfomas no Hodgkin (más frecuentes) comprenden un amplio rango de patologías diversas, algunas potencialmente curables y otras de peor pronostico.

Mieloma múltiple: Corresponde al 1% de los casos de cáncer y al 13% del cáncer hematológico. La incidencia aumenta progresivamente con la edad alcanzando un pico entre los 50 y 70 años, siendo rara su presentación antes de los 35 años. Algunos casos fallecen a las pocas semanas del diagnóstico, mientras otros viven más de diez años, es así actualmente, la tendencia es adecuar el tratamiento a nuevos criterios pronósticos.

El cáncer de la sangre constituye así un grupo numeroso de patologías con una vasta heterogeneidad en cuanto a su forma de presentación, evolución y posibilidades terapéuticas. Sin embargo, comparten una característica común: si se diagnostica tempranamente, es más probable que el tratamiento sea eficaz ya que la probabilidad de supervivencia aumenta y la morbilidad se reduce.

Tradicionalmente el cáncer hematológico requería tratamiento quimioterápico, combinado o no con radioterapia, pero en los últimos años hubo un importante avance en la investigación y desarrollo farmacológico contra esta entidades. Anticuerpos monoclonales, terapias biológicas blanco específicas (inhibidores de kinasas o de proteínas antiapoptóticas), nuevas modalidades de trasplante de médula ósea y nuevas formas de administración de las drogas (vía oral o subcutánea) han impactado positivamente extendiendo la supervivencia y mejorando la calidad de vida de los pacientes con cancer de la sangre. El desafío de los próximos años consistirá en la transformar algunas de estas neoplasias en “enfermedades crónicas de lenta evolución”, evaluar la posibilidad de suspender tratamientos  que actualmente son de duración indefinida y alcanzar la curación si la enfermedad no es detectable.



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